Al bajarse del primero de los dos metros que estaba obligado a utilizar todos los días logro escuchar los gritos propios de un fanático religioso en medio de la estación apestada de gente sin rostros,
-la vagina es la perdición del hombre; gritaba un hombre alto de anteojos rotos
Carlos paso por su lado pensando en cuanto se demoraría el nuevo expreso en llegar.
Al llegar a la fila apretada y larga de personas que aun seguían sin rostro sintió que el mundo era un hongo pequeño de la mierda de vaca y que el era la garrapata que lo caminaba perdido de su camino con ganas de encontrar de nuevo a su corpulento animal.
-hola, dice una chica hermosa de cabellos dorados-hola dice Carlos mirando fijamente la división casi invisible entre los dientes del frente. El está seguro que ella es la vagina que lo sacara de ese hongo de mierda... ¿vagina?
-hola mucho gusto soy catalina- car...los; ¿vagina? sigue pensando Carlos el porqué de su... ¿vagina?
Carlos está perplejo escuchando hablar a la hermosa chica, ¿qué dirá? se pregunta el, lo puede saber, lo único que sabe lo deduce solo por verse en medio de una fila apretada con la mujer quien sacaría de ese mundo mierdoso a la garrapata.
el expreso llega, las puertas se abren y la gente que sale se mueve con rapidez, calos mira al a muchedumbre saliente, la mira...de pronto, con una cola de caballo en su negra melena, con celular en mano y oreja, y mirada ya sin necesidad de gafas la ve...a ella, a la causante de todas sus penas y toda su alegría, no se puede mover la fila se adentra en el metro, el, la mira
-Nadia!; grita con desespero, ella voltea y lo ve...la mirada penetrante y fría, directo a sus ojos. Lo mira cómo se va en el metro en que ella llego, lo mira y sin ninguna expresión en su rostro solo espera la partida del metro
-Nadia! vuelve a gritar Carlos con la esperanza de que ella no se marche...¿pero porque no lo haría...si ya lo sabe hacer a la perfección?
ella se da la vuelta cuando el metro cierra las puerta, Carlos con su rostro en la ventana se resigna y sienta, a su lado está la chica hermosa algo sorprendida por el comportamiento raro de antes.
-porque se fue?, vuelven las preguntas de antes. Carlos recuerda el cuerpo de Nadia, sus senos pequeños con puntudos pezones, la curvatura de su cintura, las piernas flacas y largas, su vagina...
el espacio perfecto de su pelvis que le permitía penetrarla con una eterna sensación de estrelles, sus bellos negros enroscados que le cubrían durante las noches de invierno...ella...su vagina...
es la tercera parada del metro Carlos se tiene que bajar aquí, se acuerda de la hermosa chica pero al volver se encuentra con una anciana que le sonríe, -la chica que estaba aquí?-se bajo hace una parada; le dice la anciana...
Carlos baja del metro y mientras ve como un borracho es robado por dos prostitutas a la salida de la estación susurra "la vagina es la perdición del hombre"...